Ante el temor de que la vida familiar acabe convirtiéndose en una fuente de monotonía y puro aburrimiento, la actriz Jessica Alba está segura de que lo más conveniente es alejarse del estrés de la rutina diaria cuando la ocasión lo requiere y desahogarse sobre su marido cuando se encuentra rodeada de amigas.
"Es necesario tener la típica noche de chicas para quejarte sobre tu marido o sobre lo que quieras. Hay que divertirse para luego volver al trabajo y ser feliz en ese ambiente, para que te lo puedas tomar en serio en lugar de que te deprima y te agobie", confesó la intérprete en conversación con la revista Self.
Además de sucumbir a la presión de la vida paternal en sus épocas de mayor vulnerabilidad, la atractiva artista admite que reaccionó con furia y desesperación cuando traspasó la temida barrera de los 30, una "locura transitoria" que ni la idílica vida que mantiene con su marido, Cash Warren, y sus dos hijas pudo atenuar en ese momento.
"Tuve ese punto de locura transitoria de '¡Aaaah! ¡Ya no voy a volver a tener 20! ¿Qué hago yo ahora?' Pero ahora a los 33 me siento mucho mejor que cuando tenía 23, y más incluso que con 30", confesó en la misma entrevista.
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Si por algo es conocida Jessica Alba, además de por su triunfal carrera en el séptimo arte, es sin duda por su envidiable y tonificada silueta, una figura espectacular que parece depender más de la genética y de la alimentación que de la práctica de ejercicio físico.
"Odio hacer ejercicio, ¡es aburridísimo! Solamente he practicado deporte cuando he tenido rodajes que físicamente lo requerían. Lo que sucede es que desde que tenía 17 años hasta los 27, todo lo que hice fueron películas que me obligaban a modelar un tipo de físico más resistente, así que en estos tiempos hacía ejercicio todo el día", aseguró Jessica.
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