La cantante Jennifer Lopez ha contratado a un cuidador infantil masculino -o "manny" como se les conoce popularmente en Estados Unidos- para suplir de alguna manera la excesiva influencia femenina a la que se ve expuesta su hijo Max.
"El pobre niño está rodeado de mujeres las 24 horas del día. Un día estaba mirándole y de repente me saltó encima y me hizo daño en el cuello. Es muy agresivo, tiene seis años y está acabando conmigo. Obviamente siempre le digo: '¿Pero qué haces? Cariño, eso no se hace'. Y luego la nanny le dice: 'Vale, Max'. Quiere buscar trifulca. Tiene ese problema y me di cuenta de que el pobre niño se pasa el día rodeado de mujeres. Pensando en mi hijo decidí contratar un niñero, alguien amable que venga a casa para pasar tiempo con él y divertirse juntos", aseguró Jennifer en el programa 'Late Night with Seth Meyers'.
Pero por mucho que intente garantizar el bienestar de sus gemelos Max y Emme, en ocasiones Jennifer no puede evitar preguntarse cómo les habrá afectado realmente el haberse divorciado de su padre, Marc Anthony.
"El mundo ha cambiado tanto... Estaba pensándolo el otro día, Dios mío, todo es tan diferente. No oías hablar mucho sobre divorcios cuando éramos pequeños y ahora, en las familias, tienes que tener en cuenta los hijos de la otra persona, y luego sus parejas, y sus exparejas y las nuevas... Es un mundo diferente. Por supuesto, estaba pensando en mis propios hijos y en cómo han tenido que lidiar con ello y cómo seguirán haciéndolo, cómo van a crecer. ¿Qué sucederá cuando crezcan?", se preguntaba en el programa de 'The Wendy Williams Show'.
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