Pese a su faceta como actriz de Hollywood, el mayor desafío para Jennifer Garner no se encuentra frente a las cámaras sino en su propio hogar a la hora de organizar los horarios de sus tres hijos -Violet (8), Seraphina (5) y el pequeño Sam (2)- y de su marido Ben Affleck, una tarea de la que se ocupa en solitario ya que no entraña ninguna complicación diferente a la que se desprende de la vida diaria de cualquier familia "corriente".
"No es que se trate precisamente de cirugía; el truco consiste en preparar horarios, tener en cuenta la logística y acordarse de las bolsas del almuerzo, o no olvidar quién tiene clase de kárate después del colegio o qué comida hace falta comprar para la cena", aseguró la intérprete a la revista People.
Una de las claves de la idílica y organizada vida doméstica de Jennifer es el riguroso reparto de tareas al que se mantienen fieles tanto ella como su marido.
"Esta mañana estaba escribiendo los cheques para unas cuantas personas que habían venido a hacer arreglos en casa, y de repente pensé: 'Me apuesto lo que sea a que Ben ni siquiera conoce el apellido de estas personas, y mucho menos cuánto se supone que debemos pagarles'. Pero esa es la manera en que dividimos el trabajo", confesó.
Publicidad
En cualquier caso, la gran maestría que demuestra Jennifer a la hora de compaginar su vida personal y su carrera profesional no implica que en ocasiones no tenga que hacer "verdaderos malabares" para conseguir cumplir con todas sus obligaciones.
"Siempre hay una bola en el aire, y solo te queda esperar que puedas liberar una mano para cogerla antes de que toque el suelo. Siempre estoy pensando: 'Tengo un niño que empieza preescolar y otro que comienza la guardería este otoño, así que tengo que estar en casa esta cantidad exacta de tiempo, pero además mi marido va a estar haciendo tal y cual cosa, así que también tengo que estar ahí mientras él esté ausente'", concluyó.
Publicidad