El actor Jamie Bell (29) -padre de un niño junto a su exmujer Evan Rachel Wood- no es perfecto ni pretende serlo, pero siempre trata de ser humilde y de mantener los pies en la tierra, tal como ha visto hacer a otros artistas.
"Creo que mis demonios son mi demonios. Todos los tenemos, y luchamos contra ellos. Pero siempre me quedo impresionado con la gente, me impresiona que otros no estén tan locos como yo esperaba, que estén tan centrados y sean tan humanos. Me sorprendo constantemente con personas que podrían fácilmente ser idi*tas totales o no prestarte ni su tiempo ni su atención. Esto me recuerda siempre que tengo que tener humildad. Es una gran virtud", confiesa el intérprete a Robert Pattinson en la revista Interview.
El actor de 'Los 4 Fantásticos' -que saltó a la fama a los 13 años con la película de 'Billy Elliott'- trata siempre de "ser él mismo" y "no tener vergüenza" como remedio para mantener la cabeza en su sitio.
"Sé tú mismo. A mí no me da vergüenza ser Jamie todo el tiempo. Esto me ha ayudado a mantener la cordura, me refiero a mantener la cabeza fría, sobre todo si has empezado joven. Me han preguntado en muchas entrevistas: ¿Cómo es que no has acabado en rehabilitación o algo parecido? Seguramente debería estarlo. Es la maldición de los niños actores".
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