Conseguir compaginar su carrera cinematográfica con sus responsabilidades como estudiante de doctorado, a la vez que dedica tiempo a sus aspiraciones literarias, acarrea un alto precio para el actor James Franco, quien por lo general no puede permitirse dormir más de cuatro o cinco horas cada noche, algo con lo que es capaz de lidiar con tal de dedicarse a su pasión.
"Por lo general no tengo oportunidad de dormir más de cuatro o cinco horas cada noche. Puedo mantener ese ritmo durante tres o cuatro semanas, pero después suelo necesitar unos días para relajarme y dedicarme a recuperar sueño. Además, cuando tengo unos minutos libres lo más probable es que los dedique a echarme una pequeña siesta", declaró el actor a la revista Loaded.
El equivalente a tomarse las cosas con calma durante una temporada del intérprete es embarcarse en el rodaje de una nueva película, ya que el grado de compromiso que implica dar vida a un personaje le obliga a desatender el resto de sus inquietudes artísticas al mismo tiempo que le permite ganar tiempo libre.
"El único momento en que puedo permitirme dormir como una persona normal es cuando estoy rodando una película porque no puedo dedicarme a otra cosa que no sea ese trabajo hasta que esté acabado", añadió.
Publicidad
A falta de una buena cura de sueño, la solución de James para no dejarse afectar por los alocados horarios de trabajo que mantiene o las críticas negativas es tomarse la vida en general, y en particular, con el mayor sentido del humor posible.
"Soy capaz de tomarme con gran sentido del humor lo que la gente piensa. Me encanta reírme de mí mismo. Estoy dispuesto a aceptar que me juzguen en base a mi trabajo en cualquier campo. Comprendo que eso forma parte de dedicarse a una profesión artística", concluyó.
Publicidad