Para el actor Hugh Jackman -conocido por ser el hombre más amable de Hollywood- es más fácil saludar a sus fans con una sonrisa cuando le piden un autógrafo que ser maleducado ya que, en ese caso, se pasa todo el día preocupado por su comportamiento.
"Supongo que ha habido veces en las que he sido un poco cortante con la gente. Pero un minuto después, estoy como: '¿Por qué has hecho eso? Esa pobre persona solo quería una foto' o lo que sea. Eso ronda en mi cabeza. Es más difícil para mí. Es más fácil ser educado y mirar a la gente a los ojos y darles la mano que hacerlo de otra manera. Puede que sea la manera en la que me han educado", dijo al periódico The Guardian.
Hugh siempre compra billetes de lotería para el reparto y el personal de sus películas los viernes. Sus intentos de tratar a todo el mundo por igual en el rodaje se deben a que él no encontró la fama hasta relativamente tarde en su carrera y no siempre se sintió bien tratado.
"No tuve ningún poder en esta industria hasta que tuve 30 y he tenido muchos, muchos trabajos donde yo era el último eslabón. Siempre he respetado a las personas que estaban en la cima y que parecía que se preocupaban por ti y te apreciaban. He tratado de no olvidar eso", añadió al diario británico.
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