Los característicos nervios escénicos no parecen afectar lo más mínimo al cantante Harry Styles, quien cada vez que se sube a un escenario junto a sus compañeros de One Direction Liam Payne, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlinson, tiene que hacer un gran esfuerzo para que su mente no comience a divagar preguntándose qué comerá nada más concluir su actuación.
"Cada concierto es diferente, pero algunas veces sí que me pongo a preguntarme qué cenaré esa noche. Pero intento mantenerme centrado", explicó el joven intérprete a la revista Top of the Pops.
Aunque hace ya cuatro años que One Direction saltó a la fama en la edición británica del concurso 'Factor X', Harry todavía sigue sorprendiéndose ante la creatividad de algunas de sus admiradoras más incondicionales, sobre todo cuando se trata de hacerle regalos de cumpleaños.
"Alguien me envió un asiento para el váter. Habían escrito un montón de cosas sobre él. ¡Ese fue mi regalo!", declaró.
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Pero el aspecto que más valora el cantante de su estatus de estrella, por encima de los obsequios y de la fama, es que le ha permitido conocer a algunas de las personalidades más relevantes del mundo, incluyendo la reina Isabel II.
"Me parece que [conocer a la reina] ha sido la cosa que más ha asombrado a mis padres y de la que más orgulloso me siento. Por ejemplo, hay un montón de ceremonias como los American Music Awards que mi abuela no comprende realmente, no sabe qué son. Pero cuando conocí a la reina sí que alucinaron", comentó divertido.
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