Aunque su belleza y su talento le han convertido en una de las mujeres más admiradas de Hollywood, la actriz Gwyneth Paltrow es consciente de que el paso del tiempo causa inevitables estragos en forma de arrugas y manchas solares, unos signos del envejecimiento que, sin embargo, no se atreve a eliminar por temor a la marca inconfundible que suelen dejar las sesiones de cirugía estética.
"Creo que mis mejores atributos son mis piernas. Pero si pudiera cambiar cualquier cosa, serían sin duda mis arrugas y el daño que el sol ha causado a mi piel, aunque solo si pareciera que no me he hecho ninguna intervención. Así que por el momento, me tendré que acostumbrar a mis arrugas y a las manchas del sol", confesó la estrella de Hollywood a la revista HELLO!
Su reticencia a suavizar sus rasgos a golpe de bisturí no implica que Gwyneth no recurra a exclusivos tratamientos para mantener una imagen lo más jovial posible, para lo que no le importa tener que someterse a dolorosos procedimientos láser siempre que no resulten "invasivos".
"Aunque no es invasivo, sí puede resultar bastante doloroso, como si te golpearan el rostro con una goma elástica que produce descargas eléctricas. Pero es realmente efectivo", aseguró al mismo medio.
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Pero sin duda, el secreto de belleza número uno de la intérprete es su estricta rutina deportiva, un hábito que le ha ayudado a mantener un aspecto radiante pese a haber atravesado una de las etapas más complicadas de su vida: la dramática separación de su marido Chris Martin, padre de sus hijos Apple (10) y Moses (8).
"La clave es el ejercicio, estoy convencida de ello. Practico una hora de ejercicio cardiovascular cinco días a la semana, y me he dado cuenta de que sudar es la mejor forma de depurar el organismo, al tiempo que la piel gana en elasticidad", concluyó.
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