Aunque intentó estudiar medicina y economía no lo logró, tampoco estaba en su mente la televisión ya que se creía un hombre poco agraciado, pero después de una larga charla con Alberto Peñaranda, fundador de Punch, en 1957, ingresó a la pantalla chica para hacer historia en Colombia.
Por supuesto dejó huella con su buen sentido del humor y carisma, que en poco tiempo lo llevó a convertirse en el presentador más querido y admirado por los colombianos.
Su talento fue único y el público lo pudo ver en varias telenovelas y programas inolvidables. Fue un hombre audaz y disfrutó cuando toreó, boxeó, domó leones y cuando se lanzó de paracaídas.
Durante 30 años estuvo casado con al ex reina de belleza vallecaucana Liliana Grohis, sin embargo, el amor no duró hasta la muerte ya que decidió separarse. Por ese motivo sus últimos años de vida estuvo acompañado de su asistente, conductor y enfermero.
Pacheco estuvo secuestrado dos días por el M-19 y en el 2000 recibió amenazas por farte de las Farc, lo que lo llevó a abandonar su querido Colombia.
Luego regresó a hacer lo que más le gustaba, animar sus programas. Pacheco, el grande de la televisión colombiana, fue y será una leyenda nacional.
Mauricio Castro/La Red Caracol
Actualizado: febrero 05, 2016 07:24 p. m.