Su estatus de estrella de la industria cinematográfica no ha logrado que Eva Mendes se libre de las noches en vela que sufre cualquier madre primeriza por culpa de los todavía irregulares horarios de sueño de su hija Esmeralda -fruto de su relación con el actor Ryan Gosling-, algo que ella no cambiaría "por nada del mundo".
"Por dios, ¡no! Claro que no [duerme toda la noche]. A ver, estamos empezando a cogerle el truco a eso de dormir, pero estoy agotada y es lo mejor del mundo. Estoy increíblemente cansada. Creía saber lo que era estar agotada, pero no era nada en comparación con esto. Aunque no lo cambiaría por nada del mundo", declaró la intérprete en el programa de Ellen DeGeneres, donde también explicó que su pequeña se había quedado en casa "con su abuela y los perros" en ausencia de su famosa madre.
Tras dar a luz a su primera hija el pasado mes de octubre, Eva ha querido aclarar las razones que le llevaron a aislarse completamente del mundo durante su embarazo, una decisión que en su momento levantó una gran polémica al ser considerada demasiado extrema.
"No llegamos hasta ese punto [de preocuparnos] pero desde el principio supimos que sería muy difícil para ella conservar su privacidad. Pensamos que esa sería nuestra primera oportunidad para protegerla así que tuve un embarazo muy agradable y calmado, fue maravilloso", añadió.
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Por el momento, Eva no ha recurrido a más ayuda que a la de sus familiares para cuidar de la recién nacida, lo cual no implica que más adelante no decida contratar una niñera.
"Por ahora me las estoy arreglando sin una niñera pero estoy abierta a la idea de tener una en un futuro. Para mí, ser madre en esta etapa tan temprana consiste en lidiar con no poder dormir y con no saber lo que estás haciendo, y atravesar todo eso junto a ella soportando las noches sin dormir", explicaba recientemente a la revista digital Violet Grey.
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