El ex jugador de fútbol inglés David Beckham se quedó en principio algo consternado cuando su hijo Romeo (13) le confesó que no quería seguir sus pasos en el terreno de juego, aunque más tarde se sintió feliz de que el pequeño hubiera encontrado sus propias "pasiones".
"El otro día Romeo me dijo que no quería jugar al fútbol más. Una parte de mí se quedó muy triste, pero otra parte se quedó aliviada. Tiene otras pasiones y eso me gusta", aseguró David a la revista Radio Times.
El exfutbolista -padre junto a Victoria Beckham de Brooklyn (16), Cruz (10) y Harper (4)- también ha sido claro al reconocer que prefiere ver rugby antes que el deporte que le hizo famoso.
"Me encanta el rugby. Me encanta verlo y me encanta todo lo que le rodea. He disfrutado más yendo a Twickenham que lo que he disfrutado viendo fútbol".
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Pero lo que realmente le gusta a David es cuando los espectadores de fútbol "se sientan juntos sin odios entre ellos".
Y es consciente del "poder" que tiene el balompié.
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"El fútbol es muy poderoso porque importa a mucha gente".