Antes de comenzar el rodaje de su última película, la comedia 'Langosta', el actor Colin Farrell tuvo que abandonar sus abdominales y ganar unos cuantos kilos a base de desayunar hamburguesas con queso y comer "como una bestia".
"Fue divertido durante dos días. Después tuve que comer hamburguesas con queso para desayunar. Comía como una bestia. Tenía chocolate y galletas al lado de la cama. Me despertaba a las tres de la mañana y, con los ojos cerrados, me ponía a comer. Al principio, tenía que engullir a la fuerza, pero al final para seguir aumentando de peso tenía que comer cada pocas horas", cuenta a Shortlist.
Ese estilo de vida poco saludable afectó al humor del intérprete, aunque saber que se trataba de algo temporal conseguía tranquilizarle.
"Estaba de bajón. Te ralentizas. Las cosas eran más difíciles físicamente. Cuando introduces tanto azúcar en tu cuerpo tus estados de ánimo cambian. Pero estaba bien. Sabía que lo hacía por algo concreto", añadió.
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A pesar de los sacrificios que ha realizado por este papel, Colin no se sentirá decepcionado si no le hace ganar premios porque para él no significan "nada".
"Si la película es bien recibida y la gente va a verla y le gusta, eso será increíble. Cualquier otra cosa, los premios y demás, son divertidos, pero obviamente no te los tomas en serio. Si realmente piensas: 'No significa nada' entonces... no significa nada. Todo puede significar jodidam*nte nada si realmente lo analizas y vas a lo esencial".
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Por: Bang Showbiz