Siguiendo la tradición de los Óscar, Casey Affleck debería ser el encargado de entregar la estatuilla a Mejor Actriz en la gala que se celebrará el próximo 4 de marzo en vista de que en la anterior edición él fue el ganador en la categoría masculina por su trabajo en la película 'Manchester frente al mar'. Sin embargo, el actor ha informado a la Academia de Cine que no acudirá a la ceremonia de este año a través de un escueto comunicado.
Lo cierto es que en una noche que, al igual que ha sucedido en las últimas entregas de premios, muy probablemente se vea marcada por las protestas contra las dinámicas de acoso y abusos que se han destapado a lo largo de los últimos meses en la meca del cine, la presencia del actor podía haber levantado ampollas.
Aunque él no haya ofrecido ninguna explicación que justifique su ausencia, a nadie se le escapa que Casey Affleck se enfrentó a dos denuncias por acoso sexual en 2010, presentadas por dos compañeras de trabajo con quienes coincidió en el rodaje de 'I'm Still Here'. Pese a que siempre ha negado esas acusaciones, que se zanjaron con un acuerdo extrajudicial por una cifra desconocida y sin que él aceptara ningún tipo de responsabilidad o culpabilidad, el intérprete ha preferido saltarse los Óscar para no herir las sensibilidades de todos los que apoyan el movimiento Time's Up.
"Apreciamos su decisión de ceder toda la atención al espectáculo y al gran trabajo que se ha hecho este año", han asegurado desde la organización.
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En 2017, cuando Affleck subió a recoger su galardón, ya se vivió un momento muy incómodo debido a que Brie Larson, la encargada de entregárselo, no se molestó siquiera en aplaudirle, apartándose a un lado del escenario con un semblante serio y sin cruzar palabra con él.
"Creo que lo que sea que hiciera en ese momento hablaba por sí solo", alegó posteriormente la actriz.
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