Desde que el ciclista francés William Bonnet protagonizara una espectacular caída en la tercera etapa del Tour de Francia, el expresidente Nicolas Sarkozy vive con miedo de que su mujer, la exmodelo y cantante Carla Bruni, vea las imágenes del espectacular accidente y termine por prohibirle montar en bicicleta, una de sus grandes pasiones.
"La caída de William Bonnet a principios del Tour este año me ha aterrorizado. Rezo por que mi mujer no vea esas imágenes porque ya se angustia demasiado cada vez que salgo con la bicicleta...", revela el político galo en una entrevista a Le Parisien.
Aunque Sarkozy no es tan aprensivo como su mujer, sí es cierto que hace tiempo decidió no volver a montar en bicicleta por París después de estar a punto de sufrir un grave accidente por culpa de un motorista poco prudente.
"No cojo la bicicleta porque tengo miedo a chocar con un coche. Una vez me adelantaron [en la ciudad] y pude sentir el aire pasar justo a mi lado. Era una vespa", matiza.
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A sus 60 años, Sarkozy puede presumir de ser un ciclista al que ni siquiera sus hijos o sus escoltas consiguen seguirle el ritmo en montaña.
"Adoro la montaña. En bicicleta no monto nunca en planicies. Me aburro, necesito que haya cuestas. Cuando estoy de vacaciones en Haut-Var, todas las mañanas hago 60 kilómetros y franqueo dos o tres puertos. Mi hijo Jean viene a veces conmigo. Es el único de mis hijos que me acompaña, los demás encuentran demasiado difícil seguirme el ritmo. Los policías que me escoltan en agosto comienzan a entrenar en julio, porque si no incluso los más deportistas tienen problemas con las cuestas. Y no les esperaría, ¡eso no forma parte de mi carácter!".
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