Se espera que Ashton Kutcher testifique en el juicio contra Michael Thomas Gargiulo, acusado de asesinar a la joven Ashley Ellerin, de 22 años -con quien el actor acababa de iniciar una relación-, el 21 de febrero de 2001 apuñalándola 47 veces después de irrumpir en su casa de Los Ángeles mientras se duchaba, según informa el tabloide National Enquirer.
"El acusado le cortó la garganta a la Srta. Ellerin de una forma tan brutal que casi la decapitó. Después de asesinarla, su cuerpo fue colocado en una posición denigrante de naturaleza sexual", rezan los documentos policiales a los que ha tenido acceso el mencionado medio. "Gargiulo se ensañó con su cuerpo sin vida apuñalándola varias veces, cortándole la garganta, haciéndole cortes en el pecho y elaborando una puesta en escena para cuando la policía o sus familiares la encontraran".
Las autoridades creen que el acusado podría haber acabado con la vida de hasta una docena de mujeres en el tiempo que pasó en Chicago -donde residió en primer lugar- y Los Ángeles, donde vivía a apenas cien metros de Ashley Ellerin.
El perfil psicológico que la policía ha realizado sobre Gargiulo le describe como un "asesino en serie con un trastorno psicosexual" que "mata sistemáticamente a mujeres jóvenes y atractivas porque obtiene placer sexual manipulando, apuñalando y acabando con la vida de sus víctimas".
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Gargiulo fue detenido en 2008 gracias a las muestras de ADN recogidas en el apartamento de Santa Mónica de Michelle Murphy, quien sobrevivió a un ataque con arma blanca en abril de ese mismo año.
En el momento de la muerte de Ashley, Ashton y ella acababan de iniciar una relación que, según allegados a la joven, él planeaba llevar un paso más allá invitándola a que le acompañara a una de las fiestas posteriores a los Grammy.
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"Habíamos salido con él un par de veces, ya sabes. Y, bueno, ellos debían de haber salido ya en un par de citas, o algo así", explicaba uno de los amigos de Ashley en una entrevista al programa '48 Hours Mystery'.
En su declaración ante la policía, Ashton explicó que la noche del fallecimiento de su novia ella le había llamado para fijar una cita, un ofrecimiento que él declinó.
Más tarde acudió al apartamento de la joven para reconciliarse con ella tras lo que consideró que había sido una pelea sin importancia. Una vez allí, el actor comprobó que las luces estaban encendidas y que el coche de Ashley continuaba aparcado en la puerta, pero no obtuvo respuesta al llamar a la puerta, algo a lo que no dio mayor importancia al considerar que probablemente solo estaba molesta por cancelar sus planes.
Ashton también explicó a las autoridades que, al mirar a través de las ventanas, no vio nada anormal más allá de una mancha en el suelo que parecía vino tinto, la cual finalmente resultaría ser un charco de sangre de la propia Ashley.
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