La cantante Adele se esfuerza inmensamente en no dejarse tentar por la fama, ya que teme acabar llevando una vida irreal y desconectada del mundo.
"Resulta muy fácil resignarse a ser famoso. Porque resulta muy agradable. Es algo muy poderoso, te atrae. De verdad, resulta muy duro resistirse. Pero después de un tiempo yo simplemente me negué a aceptar una vida que no era real", confesó la intérprete al periódico The Observer.
Parte de los esfuerzos de Adele para no convertirse en una estrella más pasan por negarse a hacer publicidad, a pesar de las tentadoras ofertas que recibe constantemente.
"Me han ofrecido cualquier cosa que te puedas imaginar. Literalmente, cualquier cosa. Libros, ropa, líneas de comida o de bebida, planes de ejercicios... Esa es probablemente la más divertida. Incluso me ofrecieron ser imagen de un coche. Juguetes, aplicaciones para móvil, velas. A ver, no quiero ser la cara de una colección de esmaltes para uñas, pero gracias por preguntar. ¿Me ofreces un millón de libras por cantar en tu fiesta de cumpleaños? Preferiría hacerlo gratis si lo hago, pero gracias...".
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