El trabajo de Gina Rodriguez en la serie 'Jane the virgin' debe ser el sueño de toda actriz, no solo porque le haya valido un Globo de Oro como Actriz de Comedia, sino porque incluye una condición implícita de lo más peculiar: que Gina no adelgace para intentar encajar en los cánones de belleza de Hollywood.
"Mientras nos preparábamos para las promociones tras rodar el episodio piloto, cogí la gripe: perdí casi siete kilos en tres días. Me tuvieron que ingresar y fue horrible. Me puse muy, muy enferma porque tengo la enfermedad de Hashimoto. No soy una persona delgada, ni aunque lo intente. Ni lo quiero ser. Me encanta mi cuerpo, y mis curvas. Cuando estábamos en una de las promociones, Jennie Urman [creadora de la serie], me vio y me llevó a un lado para decirme: 'Sabes que me encanta tu cuerpo y que creo que eres guapísima. Por favor, no empieces a...'. Quería hablar de por qué había adelgazado, pero le expliqué: 'Solo estoy enferma, en un par de semanas volveré a estar igual'. Y me respondió: '¡Gracias a Dios!'", relató divertida la joven intérprete al Huffington Post.
A pesar de su seguridad en sí misma, verse en la pequeña pantalla supuso toda una prueba para la autoestima de Gina, quien no pudo evitar sorprenderse al verse más "gruesa" de lo normal.
"En pantalla parezco más gruesa, y tengo que reprogramar mi mente cuando veo la serie y decirme a mí misma: '¿Por qué voy a sentirme incómoda con esa imagen si esa es quien soy yo y debería sentirme cómoda con ello?'. Pero es duro, es algo muy difícil de hacer. Requiere mucha fuerza mental superar esos pensamientos", reconocía la actriz a la revista Latina.
Publicidad