La supermodelo australiana llegó a la cincuentena el pasado marzo pero se siente "mejor que nunca", por lo que no le ha importado alcanzar una cifra tan redonda.
"Pensé, ¡qué bien! Tengo años de experiencia y espero que también de sabiduría. Es una meta estupenda desde un punto de vista emocional, espiritual y físico. Me siento mejor que nunca", señaló a la edición británica de la revista OK!
Elle -que tiene dos hijos, Flynn (16) y Aurelius (11), de una pasada relación, y actualmente está casada con el empresario Jeffrey Soffer- ha variado su régimen de belleza con el paso de los años y aunque su cuerpo es diferente en cuanto a cómo solía ser, está contenta con los cambios.
"La textura de la piel te cambia, así que soy muy diligente con los masajes, la exfoliación y la circulación para asegurarme de que la piel está nutrida e hidratada. La forma del cuerpo te cambia hasta cierto punto, especialmente después de tener hijos, pero lo he aceptado. No quiero tener el mismo cuerpo que tenía cuando tenía 20 años. Después de todo, no soy la misma persona que era entonces", explicó.
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Elle descubrió que cumplir 40 le hizo cuidar más su cuerpo: "Cuando me di cuenta de que mi bienestar afectaba a mi aspecto empecé a centrarme en ello, asegurándome de que mi cuerpo estaba nutrido y que llevaba una dieta saludable. Lo escuchaba y me enfrentaba a las dolencias según llegaban".