A pesar de ser padre de familia numerosa, Alejandro Sanz todavía no le ha cogido el truco a eso de cambiar pañales, ni siquiera tras la llegada al mundo, el pasado verano, de su cuarto retoño, Alma (7 meses), fruto de su matrimonio con la diseñadora Raquel Perera, madre también de su hijo Dylan (3).
"No voy a mentir, no soy de cambiar pañales. Pero lo hago por ella, por mi hija, para que duerma a gusto", confesó el cantautor madrileño al portal Granada Hoy.
En materia educacional, Alejandro -padre también de Manuela (13) junto a su exmujer Jaydy Michel y de Alexander (11), fruto de una relación esporádica con Valeria Rivera- se considera bastante liberal y abierto de mente, lo cual no quita que ya tenga pensada una estrategia para espantar a cualquier posible novio de su hija mayor cuando llegue el momento.
"No soy un padre protector, para nada. Simplemente tengo un batín balinés para ponérmelo el día que venga a casa el primer novio de Manuela. Son de estos cortitos, como de seda; con ése le voy a recibir", explicó divertido Alejandro.
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Por el momento ninguno de los hijos del intérprete ha dado señas de querer seguir sus pasos convirtiéndose en músico, algo que no le preocupa demasiado ya que prefiere que encuentren su propio camino.
"Todavía es muy pronto para decirlo, y yo no quiero forzarles a que hagan absolutamente nada. Yo lo que quiero es que sean felices. Son buenos niños y tienen muy buen corazón, y para mí eso es lo importante", concluyó.
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