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Caracol TV Humor colombiano

Humor colombiano

  • Este humorista se convirtió en sacerdote y elevó plegarias a Dios para que muy pronto se acabe la pandemia, pues a causa del virus los profesionales en hurto no han podido salir a trabajar y hasta el ‘Ojo de la noche’ podría quedarse sin empleo.

  • Hasta el momento se habían estado realizando pruebas para encontrar el antídoto contra el coronavirus y ponerle fin a la pandemia, pero el proceso se detuvo cuando vacunaron a una mujer y notaron los efectos adversos del medicamento. Descubre cuáles son.

  • Este hombre cree con certeza que lo mejor del año viejo es que ya se acabó, por eso ahora finge que nunca existió, aunque esto también puede ser efecto de la resaca, pues el 31 de diciembre bebió como si no hubiera un mañana.

  • La situación monetaria de este humorista es terrible, tanto así que el señor que le cobra la renta ya lo confunde con Don Ramón, pues al igual que este personaje, Boyacomán es muy incumplido a la hora de pagar.

  • Mientras unos lamentan que la pandemia haya transformado la forma de celebrar el fin de año, este humorista no cabe de la dicha, pues ya no tendrá que lidiar con esos familiares que se embriagan y se ponen más cariñosos de lo normal.

  • Detrás de las elaboradas rutinas que ves en pantalla, se esconden múltiples tomas que dejan en evidencia las graciosas equivocaciones de los humoristas, que además de aprenderse los chistes deben sortear situaciones inesperadas.

  • El 2020 fue un año muy difícil en términos económicos, por eso Micolta y el teniente Agonía idearon un plan para recolectar dinero. Aprovechando que estamos en fin de año, el oficial del ejército accedió a disfrazarse de año viejo para pedir monedas.

  • Los humoristas del programa tuvieron que salir de su zona de confort para seguir divirtiendo a la audiencia. Sus casas se convirtieron en estudios de grabación, en donde cada toma debía ser repetida una buena cantidad de veces.

  • Como estamos en época decembrina, Jorge y Tato decidieron poner a la venta unos buñuelos deliciosos y muy originales, pues tienen diferentes categorías, unos se llaman Gorda Fabiola, ya que están rellenitos de amor.

  • ¿Alguna vez te has preguntado por qué la casa de doña Florinda era la 14 y la de la bruja la 71 si eran vecinas? Este humorista tiene muchas más incógnitas que seguramente nadie podrá responder.