Este viernes 28 de noviembre a las 2:30 de la tarde dejó este mundo uno de los comediantes más importantes de Latinoamérica, su ingenio para crear personajes y encontrar en la cotidianidad los comentarios más picarescos lo convirtieron en una leyenda.
Mucho se especuló en los últimos días sobre su estado de salud, incluso su hijo Roberto Gómez Fernández había asegurado que se encontraba “delicado, pero estable”.
En abril de 2013, se recuerda que una cuenta falsa de la cadena de noticias CNN anunciaba la muerte del comediante, una información que circuló varias veces en las redes sociales.
"No puedo caminar; ese es mi gran problema. Me distinguí por algo, por mucho movimiento; ahora sufro de eso, pero no estoy peor, me han matado como veinte veces o más”, aseguró Bolaños en una entrevista.
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Chespirito sufrió graves quebrantos de salud desde junio de 2013: tuvo que asistir a varios eventos en silla de ruedas porque había perdido gran parte de su movilidad y no escuchaba bien.
Roberto Gómez Bolaños pasó sus últimos días en un balneario de Cancún, bajo estrictos cuidados médicos. No se pudo recuperar, pero sus personajes son inmortales, igual que él.
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En México le rendirán un homenaje el domingo 30 de noviembre en el estadio Azteca, en donde sus asistentes llevarán una rosa como símbolo de recuerdo.