Ana y su compañera no están dispuestas a parar con la gran investigación que tienen en sus manos para hacer caer a los grandes capos, que desde las cárceles siguen cometiendo crímenes a diestra y siniestra sin que nadie se entere.
Esta investigación toma por sorpresa a Clemente, quien empieza a dudar de quienes trabajan para él y todo el trabajo que ha realizado todos estos años.
Ahora tiene que encontrar prontas respuestas a las protestas de los familiares de los presos que han desaparecido en su cárcel, generadas por una investigación periodística que podría costarle el puesto.