Las curvas de infarto de la actriz Kelly Rohrbach y su rubia melena le han ayudado a convertirse en la sustituta de Pamela Anderson en el papel de la explosiva socorrista C. J. Parker que aparecerá en la versión cinematográfica de 'Los vigilantes de la playa'. Sin embargo, a diferencia de su predecesora, Kelly encaja muy poco en el estereotipo de sex symbol salvaje porque, en el fondo, es toda una "abuela" a la que ni siquiera le gusta disfrutar ocasionalmente de una alocada noche de fiesta.
"Esta noche, por ejemplo, tengo que ir a una cena en la que solo voy a tomar té, y a las diez de la noche ya estaré en la cama. En la vida real no soy una chica fiestera, no me gusta salir de fiesta. Me gusta pasármelo bien, sí, pero no me gusta estar fuera de casa por las noches. Soy toda una abuela, una divertida, pero una abuela al final y al cabo. Pero puede que cuando tenga 90 años me rebele, tiñéndome el pelo de morado y conduciendo un deportivo", aseguró la atractiva artista a la revista GQ.
La joven de 26 años ni siquiera es capaz de hacer un esfuerzo para acudir a las exclusivas celebraciones posteriores a las entregas de premios y demás saraos similares.
"Siempre da la casualidad de que estoy muy enferma en la cama", bromeó en la misma entrevista mientras fingía toser.
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Aunque es originaria de Connecticut, la actriz se ha integrado muy bien en Los Ángeles, abrazando completamente el estilo de vida activo y saludable que caracteriza a sus habitantes.
"Me he convertido en la típica persona de Los Ángeles, soy tan cliché que resulta vergonzoso, en plan: 'Vamos a dar un paseo y a tomarnos un zumo verde'. Ese es mi plan perfecto para un sábado. Odio ser un estereotipo, ¡pero es lo que me gusta hacer!", reconoce.
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Por: Bang Showbiz