La actriz Jessica Alba se siente afortunada y agradecida tras haber experimentado las alegrías de la maternidad con la llegada al mundo de sus dos hijas, Honor de ocho años y Haven de cinco (fruto de su matrimonio de ocho años con Cash Warren), una etapa que además le ha enseñado a "respetar" más su cuerpo.
"Ser madre es algo increíble. Me encanta, afirma Alba.
"Estaba mucho más estresada y preocupada por mi cuerpo antes de tener hijos. Pero ahora me doy cuenta de lo tonto e insignificante que es todo eso. Tener hijas sin duda me ha hecho ver las cosas desde una nueva perspectiva. Estar embarazada y dar a luz me ha hecho respetar mi cuerpo, es algo impresionante", revela la actriz a la revista Fabulous.
Aunque la intérprete reconoce ahora que en los primeros años de su carrera tenía un cuerpo "espectacular", al mismo tiempo revela que el hecho de contar con una figura tan atractiva no hacía más que acentuar sus inseguridades.
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"Era mucho más crítica con mi cuerpo (antes de tener hijos) cuando la verdad es que probablemente estaba espectacular. ¡Estaba tan delgada!", añade.
Pero su admirada silueta no es fruto de interminables sesiones en el gimnasio (a menos que tenga que prepararse para una película), ya que por lo general siempre ha intentado evitar el entrenamiento intensivo.
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"Hice un par de semanas de levantamiento de pesas, porque tienes que estar en forma para este tipo de películas, antes de rendirme con la actividad física. Estoy entre el ejercicio exigente y el no hacer nada en absoluto", bromea la intérprete.
La actriz californiana se encuentra actualmente en uno de los momentos más prolíficos de su vida, ya que además del éxito empresarial que ha cosechado con su compañía The Honest Company -vende productos respetuosos con el medio ambiente y con ingredientes completamente naturales-, no podría hallar más satisfacción en su exigente faceta maternal.
"¡No hay nada que no disfrute de mi papel como madre! Siempre estoy viviendo experiencias divertidas y curiosas. Es verdad que a veces [mis hijas] pueden ser unas pequeñas mocosas cuando están muy cansadas o tienen hambre o están peleándose, pero normalmente los niños siempre desprenden optimismo y esperanza", asegura a la revista.
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