El rostro imperturbable que caracteriza a Victoria Beckham podría tener los días contados, ya que tras una trayectoria en la que la diseñadora ha regalado pocas sonrisas a las cámaras ha decidido ahora desenmascarar su lado más amable.
"Probablemente la gente no me creerá, pero tengo un gran sentido del humor, es más, me encanta sacar a la mujer divertida y bromista que llevo dentro. A pesar de que me tomo muy en serio mi trabajo, también me gusta reírme y divertirme, es más me encanta reírme de mí misma, algo que seguramente sorprenderá a muchos", reveló la diseñadora a la revista ELLE Singapur.
Tal vez, uno de los motivos por los que la mujer de David Beckham siempre se haya mostrado tan seria tenga que ver con el hecho de que se exige mucho a sí misma, especialmente cuando se embarca en proyectos como el lanzamiento de su carrera de diseñadora, un reto cuya máxima motivación ha estado siempre marcada por el deseo de superación.
"No estoy asustada, creo que de todo se aprende y nunca pienso en las cosas malas, sino que me centro en las positivas. No compito con nadie, simplemente conmigo misma, puesto que cuando decidí arrancar este proyecto no pretendía demostrar nada a nadie más que a mí misma. Realmente creo que cuando estás demasiado preocupado por fracasar nunca llegas a superar tus retos y a mí personalmente me encantan los desafíos", afirmó.
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