La diseñadora Victoria Beckham ha desterrado de su casa los dulces que tanto les gustan a sus hijos -Brooklyn (16), Romeo (12), Cruz (9) y Harper (3)- porque su marido, el exfutbolista David Beckham, es incapaz de resistirse a ellos, lo que estaba poniendo en serio peligro su línea.
"David dice que preferiría comer lo que le apetezca y no preocuparse de nada, y por eso roba comida cuando Victoria no mira. Ahora las cosas han llegado hasta el punto de que Victoria ya no compra tantas chucherías calóricas. Solía tener siempre chocolatinas en la despensa para los niños, pero las ha tirado todas porque David estaba comiéndoselas", aseguró una fuente a la revista heat.
Ahora Victoria ha decidido tomar medidas en la alimentación de su marido para conseguir que pierda unos cuantos kilos.
"El plato favorito de David es el pastel de carne con puré de patatas, y tampoco pone reparos a un buen trozo de tarta. Pero todo eso ha desaparecido de su dieta, al menos hasta que pierda seis kilos", añadió.
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Pero Victoria no es la única que piensa que el exdeportista ha perdido ligeramente la línea desde que se retirara del terreno de juego, ya que su hija Harper opina que está poniéndose "regordito".
"El otro día estaba bañando a Harper, y cuando la saqué de la bañera y estaba ya secándola, me miró y dijo: 'Papi, te quiero, pero no me gustas. Estás regordito'. ¡No pensaba que lo estuviese hasta entonces!", explicaba David en el programa 'Jimmy Kimmel Live'.
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