Desde el primer momento en que su carrera se cruzó con la del actor Brad Pitt en la película 'Thelma y Louise' (1991), la oscarizada Susan Sarandon tuvo claro que se encontraba ante un intérprete "excepcional" que conseguiría triunfar en la meca del cine, sobre todo por la llamativa naturalidad que demostraba ante las cámaras pese a su falta de experiencia.
"Brad siempre cuenta todas esas historias sobre lo profesional que fui con él y lo mucho que le ayudé. Pero yo no lo recuerdo así en absoluto. Transmitía la sensación de que para él actuar era algo muy, muy fácil. Cuando por fin pude ver la película acabada y su escena en la gasolinera, ese fue el momento en el que supe que era alguien excepcional. Estaba claro que había algo especial en su actuación. Brad es un tipo verdaderamente brillante", aseguró la afamada intérprete al portal The Hollywood Reporter.
Gracias a la emblemática película sobre las dos inimitables fugitivas, la actriz Geena Davis entró a formar parte del selecto club de mujeres que han compartido escenas de pasión en la gran pantalla con Brad Pitt, una experiencia que, sin embargo, encontró extremadamente incómoda y muy difícil de rodar.
"Fue todo un desafío, sin duda. Simplemente, no tenía ni idea de cómo abordar todo el asunto", declaró Geena al mismo medio.
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El atractivo actor estuvo a punto de no conseguir el papel que le abrió las puertas de la meca del cine debido a la impresión que su belleza juvenil causó en Geena Davis, quien no pudo evitar desconcentrarse en más de una ocasión durante la lectura conjunta del guion.
"Teníamos cinco candidatos para su personaje, y tenía que leer el guión con él antes que con los demás. Pero cuando entró por la puerta... Resulta muy embarazoso tener que confesar algo así, pero digamos que me distraje un poco durante la escena. No paraba de olvidar mis líneas, y no podía dejar de pensar: 'Estoy arruinando la audición de este pobre niño'", confesó la intérprete.
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