La mexicana Salma Hayek siempre ha asegurado con orgullo que su madre y su abuela son los grandes referentes feministas que han marcado todos los aspectos de su vida, por lo que no resulta extraño que ahora quiera rendir homenaje a su progenitora, Diana Jiménez Medina, recordando algunos de los trucos de belleza que esta le enseñó durante sus años de juventud y que ahora forman parte esencial de su estilo, alabado precisamente por su elegancia.
"Mi madre me hizo memorizar desde bien pequeña tres palabras mágicas que me han cambiado la vida: 'No te pases'. Eso quiere decir que el gran error a la hora de vestirse es recargar al máximo tu apariencia, por eso yo prefiero optar por colores oscuros y prendas muy sobrias, mantenerme fiel a lo básico para no parecer demasiado extravagante y resultar agresiva a los ojos", reveló la estrella de cine al portal style.com.
Sin embargo, sus inflexibles directrices de estilo podrían verse completamente alteradas por la presencia de su hija Valentina Paloma (5) -fruto del matrimonio entre la artista y el empresario francés François-Henri Pinault-, ya que la pequeña disfruta al máximo pintando sus uñas de colores y animando a su famosa madre a que deje de lado la seriedad del negro para jugar un poco más con la paleta cromática.
"Valentina no deja de presionarme para que aplique algo de color a mi vida. Ahora que ha empezado a elegir ella misma su vestuario, no deja de hacer combinaciones imposibles y de pintar cada una de sus uñas de un color diferente. Yo trato de dejarle todo el margen de maniobra posible en relación con la ropa, porque de esa forma expresa su personalidad y sus inquietudes, pero ahora tenemos el problema de que quiere volcar toda esa creatividad en mí. Vamos a ver si no acabo renunciando a la naturalidad y a la simplicidad que siempre he querido proyectar con mi estilo", bromeó la estrella de cine.
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Más allá de las tensiones que generan sus diferentes filosofías estilísticas, Salma Hayek y su primogénita disfrutan de una inquebrantable relación que, entre otras cosas, se basa en la perspectiva educativa que la mexicana siempre ha querido aplicar a su pequeña: la idea de que cualquier mujer tiene el derecho a decidir sobre su futuro sin las limitaciones y la discriminación que todavía se desprenden de la sociedad actual.
"El único consejo que debería darle a mi hija sobre este tema tiene que ver con la idea de aferrarse siempre a sus principios y de perseguir sus sueños sin tener miedo. Quiero que mi hija viva en un mundo que no segregue a las personas por su raza o su sexo, que valore la importancia de una educación y sanidad accesibles para todos por igual", aseguraba recientemente a la edición británica de Cosmopolitan.
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