La música está sirviendo de terapia al cantante Robin Thicke para superar el divorcio de su ya exmujer Paula Patton tras nueve años de matrimonio y un hijo en común, el pequeño Julian (4). Con la rubrica en los documentos legales desde la semana pasada Robin se ha dado cuenta de que su trabajo es la mejor terapia para mitigar su frustración.
"Somos un equipo resistente. En el próximo álbum vais a menearos bien con nuestra música", señaló Alan Thicke, padre del artista, al periódico Daily Mirror.
Desde que el pasado mes de febrero Paula decidiera poner punto final a su unión tras insistentes rumores de infidelidades, el cantante intentó -sin mucho éxito- recuperar el amor de la actriz en distintas ocasiones, como cuando a principios de año publicó un disco lleno de canciones de amor.
"Mi música es mi terapia. Cuando compongo nuevas canciones y las escucho me hacen sentir bien conmigo mismo porque al menos sé que estoy admitiendo mis errores. Estoy intentando ser un mejor hombre y mejor persona", revelaba el cantante el pasado mes de julio a la emisora de radio Hot 97.
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Paula, sin embargo, se mantuvo en todo momento firme ante los intentos de reconciliación, y actualmente trata de lograr la custodia compartida de su hijo.