Ante la fuerte polémica que han despertado en la meca del cine sus palabras condenando la actuación del ejército israelí en Gaza, Penélope Cruz y su marido Javier Bardem parecen haber decidido poner tierra de por medio hasta que amaine la tormenta.
La pareja de actores está aprovechando estos días para disfrutar de las atracciones turísticas de la ciudad de Cape Town (Sudáfrica), donde la familia al completo se ha desplazado para acompañar a la actriz durante el rodaje de su último proyecto profesional, 'Grimsby'. Lejos de los focos de la atención mediática de Hollywood, Penélope no ha querido perder la oportunidad de visitar junto a su hijo Leo una divertida exposición de dinosaurios en el Centro de Convenciones de la ciudad este jueves, sacando a relucir su faceta más maternal.
Pero ni siquiera un entorno tan paradisíaco ha conseguido que Penélope se relaje en lo tocante a sus retoños, a quienes siempre ha querido mantener en el más estricto anonimato, asegurándose de tener a raya a los curiosos para garantizar la privacidad de su escapada familiar.
"Era imposible hacerles una fotografía sin que sus guardaespaldas te dirigieran miradas de advertencia", declaró un testigo presencial al canal sudafricano Channel 24.
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No cabe duda de que este viaje a Sudáfrica supondrá una más que necesaria oportunidad para relajarse, teniendo en cuenta el llamamiento que han realizado algunos medios de comunicación estadounidenses para que la industria cinematográfica "dé la espalda" a los dos actores, una medida que podría suponer el fin de sus exitosas carreras en Hollywood.
"Si Cruz, Bardem o Almodóvar entrasen en la misma habitación en la que estoy yo, no tardaría ni un segundo en irme. Pido a todo Hollywood que haga lo mismo", aseguraba Dennis Prager en el portal Jewish Journal, en respuesta al 'Comunicado de la cultura contra el genocidio palestino' que firmaron Penélope y Bardem junto al director manchego y otras personalidades del mundo de la cultura española.
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