La actriz Penélope Cruz no ha tenido reparo alguno a la hora de compartir públicamente su postura sobre los escándalos sexuales que han venido azotando la meca del cine desde hace varios meses, así como sobre la enérgica respuesta dada por todos aquellos individuos y colectivos que quieren aprovechar la coyuntura para erradicar definitivamente estos episodios ligados al machismo y al abuso de poder.
A diferencia de otros compañeros de profesión que han preferido no pronunciarse sobre un tema tan espinoso o que, si lo han hecho, no se han salido demasiado de los parámetros de la correción política, la oscarizada intérprete ha querido reflexionar abiertamente sobre la complejidad que presentan ciertos casos de esta naturaleza, los cuales -a su juicio- requieren de una profunda "investigación" para no cometer el error de sacar conclusiones de forma precipitada.
"Yo estoy dentro de [el movimiento] 'Time's Up', una acción concreta que genera una ayuda concreta, y no por ello dejo de creer que cada caso tiene que ser juzgado, porque cada caso es único. Y la prensa debe tener mucho cuidado con señalar a alguien. Cada caso merece su tiempo y su investigación. Si no, ¿para qué están las leyes? No todo vale, creo en la justicia", ha explicado en conversación con El País sobre lo compatible de defender, por un lado, la presunción de inocencia y, por el otro, el derecho de las víctimas a ser escuchadas y valoradas.
De hecho, al ser cuestionada por el contramanifiesto suscrito por unas cien mujeres del cine francés, como la reputada Catherine Deneuve, en el que se alertaba sobre una posible "caza de brujas" contra cualquiera sobre el que pese la más mínima sospecha y en el que se defendía el supuesto derecho de los hombres a "importunar", Penélope se ha limitado a adoptar una posición intermedia asegurando, en referencia a las críticas recibidas por las firmantes desde Hollywood, que "hay verdades en los dos sitios".
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Aunque en ningún momento ha mencionado el resurgimiento de la polémica en torno a su amigo Woody Allen, al que su hija adoptiva Dylan Farrow acusa de haber abusado sexualmente de ella cuando solo era una niña, la premiada intérprete ha vuelto a poner de manifiesto su compromiso absoluto con la ola de activismo que está combatiendo -ahora de manera más explícita y frontal- la discriminación sufrida tradicionalmente por las mujeres, así como el trato vejatorio y denigrante del que son víctimas tanto hombres como mujeres.
"Sí, y el problema es general, de la sociedad, y no solo del cine. En el movimiento #MeToo estamos todos, hombres y mujeres, porque todos sentimos esa rabia hacia la injusticia. La iniciativa 'Time's Up' es maravillosa: yo he donado, porque creo que va a marcar la diferencia. Llevan 17 millones de dólares recaudados por todo el mundo, y es un apoyo no a la industria del cine, sino a cualquier industria, y a hombres y mujeres, algo que me gusta recalcar, que hayan sufrido acosos sexuales o abusos de poder, y que necesitan defensa y protección. Para eso hemos creado este fondo", ha explicado.
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Por: Bang Showbiz