A la hora de solucionar sus problemas con las musas, al cantante Pablo Alborán nada le funciona mejor que regresar a su hogar natal en Málaga para disfrutar del "puchero" de su madre, gracias al cual consiguió recuperar la inspiración para componer las canciones de su último disco, 'Terral'.
"Antes de comenzar este disco cambié de compañía, de mánager, de productor... Todo se produjo de forma muy natural y me encontré con tantos cambios que tuve que parar. Regresé a mi casa de Málaga, necesitaba volver al puchero de mi madre, estar con mi padre y con mis hermanos, pasear por la playa, ir a comprar el pan, estar con mis amigos y disfrutar del cine", confesó el intérprete a la revista española Pronto.
Pero por suerte para Pablo, el lujo de poder recargar energías con las habilidades culinarias maternas no implicó también tener que ceñirse de nuevo a las rutinas familiares, ya que todos se mostraron inmensamente comprensivos con sus erráticos horarios de escritura y sueño una vez que comprendieron que por fin había logrado reconectar con su vena "bohemia".
"Lo mejor de todo es que esa libertad que tuve me permitió volver a componer de la misma forma bohemia que cuando tenía 16 años. Me quedaba hasta las cinco de la mañana componiendo sin que nadie me dijera nada. No había leyes ni compromisos, era justo lo que necesitaba", añadió.
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