Pese al éxito que ha cosechado en los últimos años con su música, al cantante Pablo Alborán todavía no le han entrado ganas de seguir el ejemplo de otros artistas españoles que han cruzado el océano para probar suerte en la cuna de la música, Miami (Florida), ya que duda mucho de que pudiera llegar a sentirse tan a gusto como en su Málaga natal.
"Es verdad que [Miami] es como un pequeño núcleo, como un microclima, y a mí nunca me ha gustado vivir en burbujas. Jamás. Y, sinceramente, me siento muy cómodo en Málaga. También creo que muchos de los artistas que se han ido a Miami se complican ellos mismos. En mi caso, no busco las alfombras ni los focos, mis gustos son normales. No creo que me tenga que ir a ningún lado: estaré donde esté cómodo y donde estén los míos", aseguró Pablo al periódico La Opinión de Málaga.
Por el momento, el intérprete ni tan siquiera se plantea abandonar el hogar familiar en el que aún sigue residiendo cuando sus compromisos profesionales no le obligan a desplazarse, porque estar rodeado de gente constantemente le ayuda a combatir en parte la soledad que siente durante sus giras.
"En Madrid tengo mi casa, pero cuando bajo a Málaga vivimos todos juntos [en un chalet en Benalmádena]: mis padres, mi hermana, mi cuñado, mis sobrinas... No es que sea una mansión ni nada por el estilo, que luego la gente piensa que soy marqués o cosas así. Pero vivimos como nos mola: apretados y felices", bromeaba recientemente en una entrevista a la revista AR.
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