La actriz Laverne Cox no se arrepiente de no haberse sometido a una cirugía de feminización facial, tal y como deseaba en su juventud, porque así ha aprendido a "quererse y aceptarse" tal y como es.
"Hace años quería hacerme el tipo de cirugía de feminización facial que Caitlyn ha hecho tan popular, para que me entienda la gente. Pero no tenía el dinero para ello. Me siento muy afortunada y agradecida de no haberlo hecho porque ahora sería completamente diferente. Tuve que aprender a querer y a aceptar todas las cosas que me hacen diferente como transexual: mis hombros anchos, mis manos y pies grandes, mi voz más grave...", explica la intérprete en la revista Nylon.
A Laverne le preocupa sin embargo que, cuando la gente comenta lo atractivas que son ella o Caitlyn, se refiera en realidad a que son guapas para ser transexuales.
"Cuando se publicó la portada de Vanity Fair de Caitlyn, el lenguaje que la gente utilizó era increíblemente misógino. Decían que estaba muy guapa según determinados estándares de belleza, y eso es muy problemático. Mucha gente en la redes sociales decía: 'Está guapísima'. Y ¿a quién no le gusta escuchar eso? Pero también hizo que pensara: 'Cuando la gente dice que soy guapa, se refiere a que soy guapa para ser transexual? ¿O se refiere a que soy guapa porque no podrían decir si soy o no transexual?'. Quiero decir, puedes encontrar blogs de belleza en los que dicen que soy guapísima y otros que dicen que tengo las proporciones de un jugador de fútbol americano".
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