Pese a los rumores que han circulado sobre las profundas diferencias que existirían entre en hijo de Diana de Gales y su ya expareja, Cressida Bonas, los allegados al príncipe Enrique han negado que el supuesto carácter "absorbente" de la guapa británica haya propiciado una súbita separación que, como aseguran, es amigable y carente de cualquier tipo de drama.
"Desafortunadamente, las noticias sobre su ruptura son ciertas. Enrique y Cressida han decidido poner punto y final a su romance para emprender un nuevo camino en sus vidas. Pero las conjeturas sobre esos graves problemas que habrían vivido no son ciertas. Ni Enrique se ha cansado de ella, ni Cressida ha sido demasiado absorbente con él durante todo este tiempo", reveló una fuente al diario británico Daily Mail.
De hecho, en el seno de su círculo más íntimo se confía en que la pareja retome su relación sentimental tan pronto como se aclaren sus planes de futuro, ya que Cressida todavía no sabe qué rumbo tomará su carrera profesional tras haber terminado sus estudios de danza, ni Enrique sabe a ciencia cierta qué le depararán sus compromisos oficiales con la casa real británica.
"Cressida solo tiene 25 años y tiene varias opciones por delante para definir su trayectoria profesional, mientras que Enrique ha decidido que va a tener un papel más determinante en las labores de representación de la monarquía. Ahora mismo se encuentran en capítulos totalmente diferentes de sus vidas, y necesitan tiempo para concretar estos planes", apuntó el mismo informante, a quien no le resultaría sorprendente que ambos volvieran a aparecer algún día de la mano debido a la gran complicidad que mantienen.
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"¿Quién sabe si de aquí a unos meses nos dan una alegría y vuelven a estar juntos? Enrique y Cressida llevaban dos años de relación y siguen queriéndose mucho. Los dos entienden que esto solo podría ser un paréntesis, que podría terminar cuando los dos estén preparados para sentar cabeza", concluyó.