La mascota de la cantante Barbra Streisand, una perrita de raza Coton de Tuléar, convirtió lo que en un principio iba a ser un tranquilo viaje en jet privado desde Nueva York a Washington DC en toda una pesadilla para su famosa dueña este martes, según informa el portal TMZ.
El avión propiedad del multimillonario Ron Perelman en el que viajaba la estrella se encontraba a 36.000 pies de altura cuando una de las azafatas se percató de la presencia del animal -que responde al nombre de Sammie y tiene 12 años- y se acercó a acariciarlo.
Sin embargo, por alguna razón desconocida, la perrita se asustó y reaccionó mordiéndole la mano a la mujer de tal manera que esta acabó necesitando puntos de sutura para ayudar a cerrar la herida.
Tras el incidente, Barbra se disculpó inmediatamente tanto con el dueño del jet, Ron, como con la azafata de vuelo, aunque por suerte para la cantante ambos se mostraron muy comprensivos y parece que todo el asunto quedará ahora en un susto sin mayores consecuencias.
Publicidad
No es nada extraño que Barbra -que lleva casada desde 1998 con su segundo marido, el actor James Brolin- viaje con su querida mascota, ya que la considera "la hija que nunca tuvo" y se niega a separarse de ella.
"Es la cosa más preciosa que has visto nunca. Es como la hija que nunca tuve. Habla inglés, me entiende cuando hablo, lo juro por Dios. Siempre se me acerca y hace ruidos, como 'mmh', ¡suena como un bebé! Y eso significa que quiere agua. O también me mira con esos ojos, y eso quiere decir que quiere una golosina. Viene con mi marido y conmigo a todos lados. Nunca la dejaría", aseguraba la artista al periódico The Independent.
Publicidad