Aunque el mediático exfutbolista David Beckham ha participado en todo tipo de campañas de ropa interior y ha lanzado su propia línea de calzoncillos para la firma H&M, todavía siente una gran incomodidad cuando se ve a sí mismo semidesnudo en grandes vallas publicitarias de todo el mundo, una sensación que comparte con su madre Sandra.
"No creo que me acostumbre [a las sensuales fotos], y menos con mi madre llamándome continuamente para quejarse y para decirme: 'Acabo de verte en otro cartel gigante en Londres, solo con unos calzoncillos puestos'", bromeó el carismático deportista en conversación con la revista ShortList.
El que fuera centrocampista estrella del Real Madrid en la década pasada siempre recibe elogios y todo tipo de piropos cuando se anima a compartir las bondades de su fibrosa anatomía con el público -véase su atrevida sesión de fotos para Emporio Armani-, pero es precisamente el exceso de expectación mediática lo que más nervioso le pone a la hora de exhibirse en calzoncillos ante audiencias planetarias, como ocurrió durante las pausas publicitarias de la pasada Super Bowl.
"Esto es así, al principio fue como: 'Dios mío, estoy ahí sentado en ropa interior [en referencia a uno de los extractos de su último anuncio] y me van a ver en todo el mundo'. Durante la Super Bowl no me podía creer lo que estaba pasando, ya que nunca me había visto tantas veces en una sola ciudad [Nueva Jersey, Estados Unidos]. En cada calle, en cada esquina que giraba, allí estaba yo. Acabé bastante abochornado a los minutos de llegar ahí", señaló.
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