La última etapa del tercer embarazo de Kourtney Kardashian -madre de Mason (4) y la pequeña Penelope (2) junto a su pareja Scott Disick- se está convirtiendo en una experiencia "agotadora" para la estrella televisiva, que espera su segunda hija para el próximo mes de diciembre.
"Fui a la boda de Scott Sartiano y Allie Rizzo el sábado por la noche, y el domingo estuve agotada durante todo el día. Cualquier pequeña cosa me pasa factura. Fui a Disneyland y solo estuve allí unas diez horas. Generalmente no me voy de allí antes de 12, pero en esta ocasión me llevó algo así como dos días recuperarme", aseguró la mayor de las hermanas Kardashian a Us Magazine.
Pero pese a las incomodidades que está viviendo en esta tercera experiencia en la maternidad, Kourtney sigue considerando el embarazo como una etapa maravillosa, gracias en gran parte a la "buena suerte" que ha tenido durante todos los suyos.
"Me siento bien. Es cierto que tengo una sensación de cansancio permanente, pero me gusta estar embarazada y en general me siento bastante bien. He tenido muy buena suerte, porque he escuchado algunas historias horribles sobre el tema", añadió.
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Pero el tercer embarazo de Kourtney no solamente le está pasando factura a nivel físico a ella, sino también a su hermana Khloé, quien culpa a la futura mamá de su reciente aumento de peso.
"He engordado todos los kilos que se supone que debía de haber ganado ella con el embarazo. Es lo peor. Cuando estábamos en los Hamptons [grabando el programa de telerrealidad 'Kourtney & Khloé Take The Hamptons'], le echaba la culpa de todo a ella, porque obviamente, si Kourtney comía, yo también. Fue horrible", bromeaba su hermana Khloé.
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