La estrella televisiva Kim Kardashian acostumbra a regalar tratamientos estéticos con bótox a las personas que trabajan para ella, pero por costosos que estos sean, a sus empleados no parece hacerles mucha ilusión, algo que ella no termina de entender.
"Kim siempre ha ofrecido mejoras estéticas gratis, y en lugar de gastar dinero en sus niñeras, asistentes personales, sirvientas o cocineros, reparte tarjetas regalo en clínicas de bótox. La mayoría de las veces le dan las gracias pero no aceptan el regalo. Los vales suelen tener un coste de más de 500 dólares (400 euros), por lo que Kim no entiende por qué sus empleados no lo piensan más antes de rechazarlos", declaró una fuente a la revista heat.
Y mientras, Kim está esperando con ansia a que llegue el día de Navidad para poder "darse un atracón", lo que para ella significa añadir una patata asada a su plato.
"Kim dice que después de un año de ejercicio y dieta, tiene muchas ganas de darse un atracón, lo que quiere decir que va a permitirse comer una patata asada en la cena. Eso es lo que sucedió el año pasado, literalmente comió una patata, pavo y un poco de ensalada", añadió.
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