El actor Kevin Bacon se dejó "seducir" por la idea de ser una celebridad al inicio de su carrera profesional, aunque tras haber formado una familia con la también actriz Kyra Sedgwick se dio cuenta de que hay cosas más importantes que la fama.
El agradecimiento que el intérprete siente por su estabilidad personal llega hasta el punto de asegurar que, de no haber cambiado sus prioridades vitales al convertirse en padre de Travis (25) y Sosie (22), su propio éxito profesional podría haber acabado por obligarle a buscar ayuda.
"Puedes acabar en rehabilitación o incluso muerto si no hay algo más en tu vida que no sea la fama. La gente es agradable contigo simplemente porque te ha visto en una película. Así que cómo vas a escapar de la obsesión por ser famoso. Lo único que puedes hacer es buscarte una vida propia. En mi caso es mi familia, mi mujer y mis hijos, y un puñado de amigos cercanos", aseguró al periódico The Sun.
Pese a que Kevin ha vivido numerosos altibajos profesionales que terminaron por hacerle "llorar" tras una serie de "películas fracasadas", la estrella se considera un afortunado. Desde su punto de vista, otros actores en su misma situación no habrían podido superar los baches ya que sus frustrantes vidas personales lejos de Hollywood acaban por sumirles en una espiral de depresión.
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"Los que acaban devastados por la fama no tienen nada más sobre lo que apoyarse", declaró el actor de 55 años, que tiene claro qué consejo se daría a sí mismo si pudiera viajar al pasado: "No te preocupes todo el tiempo, es una pérdida de energía. Y no te molestes en tomarte a ti mismo demasiado en serio".