La actriz Karla Souza se ha convertido estos días en noticia no por su trabajo en la serie estadounidense 'Cómo defender a un asesino', sino por su negativa a posar en ropa interior para la portada de la edición mexicana de la revista GQ. Sin embargo, ella considera que comprender los motivos que le llevaron a tomar esa decisión no resulta difícil.
"Es cuestión de valores", tuiteó la intérprete junto a un enlace a la noticia original.
Cuando los responsables de GQ se pusieron en contacto con ella, Karla les dejó muy claro que no protagonizaría el "típico" reportaje sexy tumbada en una cama, y tras un año de negociaciones consiguió convencerles de que le permitieran posar en biquini en su lugar.
"Querían que saliera en sujetador, pero les dije: 'No quiero hacer lo típico de posar en sujetador y bragas encima de una cama'. Quiero hacer algo sofisticado, elegante, bonito y sexy, no eso. Después de un año dijeron que sí y aceptaron [que posara con] bañadores y otras cosas que me hacían sentir más cómoda", declaraba la mexicana a E! News.
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Finalmente Karla ha quedado encantada con el resultado de la portada, especialmente porque no se ha modificado ninguno de sus atributos con photoshop para aproximarlos más a los cánones de belleza que imperan en la industria del entretenimiento.
"Al principio de mi carrera hice una portada de una revista en la que me pusieron unas te*as y un cul* que no tengo, y lo mismo con mi cintura. Me dejó horrorizada, tardé tres años en volver a ponerme un biquini. No quiero que nadie vuelva a hacer algo parecido con mi cuerpo. Así que [el equipo de] GQ no hizo nada, literalmente nada. Fue genial", añadió Karla.
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