El piloto de Fórmula 1 Jenson Button y la modelo Jessica Michibata -que se conocieron en 2008 y ya habían pasado por una corta ruptura en 2010- han puesto fin a su matrimonio un año después de darse el sí quiero en diciembre de 2014 en Hawái.
"Jenson y Jessica han decidido continuar por caminos diferentes, la separación ha sido amistosa. No hay nadie más involucrado", contó un portavoz del piloto.
Sin embargo, la pareja parece encontrarse ahora en conversaciones sobre la fortuna de Jenson -estimada en 48 millones de euros (52 millones de dólares)- porque no firmaron un acuerdo prenupcial.
"Jenson y Jessica no firmaron ningún tipo de acuerdo económico antes de casarse. Actualmente están hablando entre ellos sobre el dinero, pero es muy pronto para saber cómo acabará todo", contó una fuente al periódico The Sun.
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El diario británico también asegura que la primera vez que hablaron sobre la posibilidad de romper su matrimonio fue en Austin (Texas), en octubre, durante el Gran Premio de Estados Unidos.
"Después de casarse, la vida transcurrió casi igual que antes. Nada cambió para ninguno de ellos. Uno de los dos tenía que ceder, pero ninguno estaba preparado para hacerlo", añadió la fuente.
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Recientemente Jenson había admitido que él y su mujer no vivían juntos porque la modelo pasa la mayor parte del tiempo en Tokio -compartiendo un apartamento con su madre- donde tiene una exitosa carrera, mientras que él vive en el paraíso fiscal de Mónaco y viaja por todo el mundo compitiendo.
"No nos vemos más que antes de casarnos. Jessie sigue trabajando mucho en Japón. Le gusta su trabajo, ella desfila, tenía un programa de televisión y acaba de terminar una película japonesa. Le encanta trabajar, lo cual es genial, pero obviamente significa que no nos vemos muy a menudo. Definitivamente no vivimos juntos en Mónaco, aún no", contaba al periódico Mail on Sunday.
Sin embargo, la pareja sí pasó junta las vacaciones de verano. En agosto, Jenson y Jessica dormían en una lujosa villa de Saint-Tropez cuando la casa fue inundada con gas somnífero, lo que permitió a unos asaltantes robar joyas valoradas en 340.000€ (372.000$), entre las que estaba el anillo de compromiso de Jessica.