La actriz Jennifer Hudson interpreta a la madre de una niña pequeña asesinada en un tiroteo en la nueva película de Spike Lee, 'Chi-Raq', pero su propia tragedia personal -la muerte en 2008 de su madre Darnell Donnerson, su hermano Jason y su sobrino de siete años Julian King a manos del que una vez fuera su cuñado, William Balfour- le hizo plantearse si estaba preparada para aceptar el papel.
"Te lo cuestionas mucho. Esta es la realidad para mí. Esta es mi vida. Una parte de mi vida. Y definitivamente tuve ese momento de: '¿Vas en serio?'. Pero cuando realmente lo pensé, entendí por qué vino a mí y me dije: '¿Sabes qué? Merece la pena contar mi historia para que con suerte nadie tenga una historia como esta para contar'. La película que estamos tratando de hacer es para salvar mi ciudad, como mi madre dijo, cuidar el hogar. Así que por esa razón, pensé: 'Vale, lo entiendo, merece la pena'. Pero no creo que sea algo que vuelva a hacer", cuenta a la revista W.
Jennifer también habló acerca de la violencia con pistolas en Estados Unidos, una situación en la que cree que están "actuando como animales".
"Si no tuviéramos estos problemas, no creo que se necesitara hacer una película como esta. Esa es la razón de hacerla, hacer que la gente preste atención y diga: 'Chicos, tenemos que empezar en algún sitio'. Y esto no solo pasa en la ciudad de Chicago. Es en todos sitios. Es un mal momento ahora mismo, no importa dónde miremos. Los niños no pueden ir al colegio, la gente no puede ir a la iglesia, no puedes ir al cine. Es como: ¿qué nos estamos haciendo? ¿qué está pasando? Estamos actuando como animales", añade.
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