El productor y actor mexicano Roberto Gómez Bolaños, 'Chespirito', ha muerto este viernes a los 85 años en su casa de Cancún.
El actor cómico, "padre" de 'El chavo del 8' o 'El chapulín colorado' (aquel del entrañable "¡No contaban con mi astucia!") hizo historia en la televisión y vio crecer a tres generaciones de niños en toda Latinoamérica. Hoy, esos ya no tan niños, lloran la falta de un actor que supo hacer del humor un arte.
'El chavo del ocho' invadió televisores, cómics y hasta videojuegos.
Sus frases inolvidables: "Se me chispoteó", "Fue sin querer queriendo" o "Es que no me tienen paciencia", construyeron un lenguaje que se internacionalizó con la venta del formato a otros países; sitios en los que 'El chavo del ocho' provocaba la misma ternura. Él y sus vecinos, como la carismática Chilindrina o Quico o Don Ramón.
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Hoy el vecindario se ha quedado sin su "niño" más querido.
Y mientras, la también actriz Florinda Meza, doña Florinda, llora su muerte. Su esposa, el gran amor de su vida, 19 años más joven, se casó con el actor en el año 2004 tras casi tres décadas de convivencia.
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Han sido muy escasas las apariciones públicas de Gómez Bolaños en los últimos tiempos. La más recordada quizá, fue la acontecida en 2012, cuando se le rindió homenaje. 'Chespirito' apareció en silla de ruedas y con oxígeno, pero llevó consigo lo que nunca dejó de tener, y con lo que todos nos quedamos: su ingenio.