La actriz Emma Stone tiene que esforzarse a fondo para controlar la ansiedad durante sus apariciones públicas y, aunque por fuera suele ofrecer un aspecto relajado y tranquilo, por dentro no se siente así.
"Algunas veces intento transmitir la sensación de estar más tranquila y calmada de lo que en realidad me siento. Pero por norma general prefiero mostrarme tal y como soy y no esconder mi nerviosismo o mi lado vulnerable, en lugar de construir una fachada o de esconderme detrás de una persona falsa creada para el público. Creo que la gente aprecia cuando consigues ser natural y te relacionas con los demás de la forma más honesta posible", explicó la joven intérprete a la revista HELLO!
Curiosamente, la única manera en que Emma consigue calmar su ansiedad es colocándose ante las cámaras porque, lejos de aumentar su nivel de estrés, le permite liberar adrenalina.
"Para mí, actuar fue una manera de superar mi ansiedad. Ahora tengo mucha más confianza en mí misma, pero todavía tengo problemas de ansiedad. La interpretación me permite sacar partido de mi lado hipersensible y canalizar toda mi energía nerviosa, que de otra forma serían un obstáculo en mi vida. Mi trabajo me proporciona una vía de escape tan importante y maravillosamente creativa que no me imagino mi vida sin él".
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