La actriz Emma Stone no se puede quejar del 2014 que ha tenido. Ha sido Sally Bowles en 'Cabaret', en Broadway, y ha tenido papeles protagonistas en 'The Amazing Spider-Man 2: el poder de Electro', 'Magia a la luz de la luna' y 'Birdman', pero precisamente por esa ajetreada vida la novia del actor Andrew Garfield no tiene mucho tiempo para el ocio.
"[Cuando no trabajo] simplemente me quedo en casa. Alguna gente viene de visita, y veo películas y leo. Eso es lo que suelo hacer cuando no trabajo. Pero todo lo que he venido haciendo últimamente ha sido trabajar, así que no he podido hacer muchas otras cosas", cuenta Emma en el nuevo número de la revista Loaded.
Emma cree que su adicción al trabajo proviene de sus comienzos en la industria, cuando no estaba tan solicitada y tenía que luchar duramente para conseguir cada papel.
"Creo que tengo esta neurótica manía de no parar porque sé que no siempre será así, y no ha sido siempre así. Ha habido tiempos en los que he sentido que lo natural en un actor es que una vez terminado un proyecto nunca más vuelva a trabajar, y eso nunca se va. No importa qué es lo último que has hecho. Siempre sientes como que estás con los dedos cruzados esperando a ver qué va a pasar luego. Por eso creo que puede pasar lo que sea en los próximos seis meses. A lo mejor esto suena terriblemente negativo", añadió.
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