Desde que decidiera mudarse a Miami para ejercer de juez en el concurso 'Yo soy el artista' de la cadena Telemundo, Boris Izaguirre ha estado vigilando su peso con una cautela extrema para evitar repetir el mismo proceso que vivió en sus primeros años en España, durante los que llegó a engordar 14 kilos por culpa de la ansiedad que le provocaban sus responsabilidades profesionales y, sobre todo, su recién adquirida fama.
"Ahora estoy aún más delgado: me lo tengo que decir yo mismo porque como nadie me lo dice... Pero llegué a engordar 14 kilos de fama. [En aquel momento] mi ego estaba destruido, totalmente confundido. Creo que ese tipo de fama así lo que hace es alborotarte y creo que precisamente el ego se resiente porque piensas: '¿Realmente me merezco todo esto?'. Y entonces empiezas a comer", explicó el presentador y escritor a su paso por el programa radiofónico 'Hoy por Hoy' de la Cadena Ser.
Así que no deja de resultar comprensible que Boris haya contratado los servicios de una estricta entrenadora personal para que el éxito del que vuelve a gozar entre el público latinoamericano por su espontaneidad ante las cámaras no le pase factura, incluso si ello le supone vivir en un "drama" constante por culpa de las calóricas comidas de su nuevo país de adopción.
"Tengo una nueva entrenadora en Miami que adoro, aunque no por ello dejo de adorar a los otros entrenadores que he tenido a lo largo de los años en España. Mónica, así se llama, me dijo: 'Almidones fuera'. Y es increíble la cantidad de almidones que hay en todo: en las lentejas, los garbanzos, la patata, incluso en la quinoa. Así que almidones fuera. Y el dulce también. Hay que beber agua, que te oxigena. Todo lo que tienes que hacer es comer verde, ¡es un drama! Pero también hay que reconocer que ella habla desde un país donde la comida no es que sea un drama, es una tragedia", añadió.
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