A la actriz Amy Adams siempre le sorprende que la consideren todo un icono de belleza por la imagen impecable que luce sobre la alfombra roja, ya que cuando se mira al espejo solo ve a una chica normal y corriente sin nada especial.
"Posar no es mi gran pasión. Mido poco más de metro y medio, y tengo una complexión del montón", aseguró la intérprete en el programa 'Lorraine' de la cadena ITV, donde reveló su gran secreto para no ponerse nerviosa ante las cámaras: "Creo que es la única manera en la que logro hacerlo, pensando que soy otra persona... No puedo pensar: 'Soy una chica guapa frente a un objetivo', porque entonces me da mucha vergüenza".
Sin embargo, Amy reconoce que su papel en la película 'La gran estafa americana' -en la que interpreta a la seductora Sydney Prosser- cambió su manera de vestir en su vida diaria al acostumbrarse a lucir escote más a menudo.
"Creo que logró que me sintiera mucho más cómoda con la parte delantera de mi cuerpo, así que ya no pienso en ella demasiado. Mi hija me regaña, por lo que no puedo enseñar demasiado porque siempre está pendiente de mí. Aunque, cuando estoy en plan madre, tengo un verdadero aspecto de mamá".
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