El asesinato del rapero Tupac Shakur en 1996 hizo que la actriz Jada Pinkett cogiera miedo a la fama, llegando a sentirse asustada del éxito repentino por la capacidad de éste de "consumir" a la gente.
"Cuando pienso en lo que me pasó cuando era joven, pienso que estaba muy asustada de la fama. Trabajé muy duro para que no se convirtiera en algo grande. Vi cómo Tupac se consumió por tener fama tan rápido. Vi lo que le pasó y, siendo totalmente sincera, creo que me asustó", confesó Jada a la revista Style del diario The Sunday Times.
Este temor a la fama significó que la intérprete se volviera reacia a aceptar ciertos papeles que podrían convertirla en demasiado popular.
"Durante mucho tiempo intenté poner límites a mi fama. Nunca olvidaré cuando Michael Mann me llamó para 'Ali', y yo estaba como: 'No estoy interesada en salir en tu película'", reveló Jada, quien lleva casada con el actor Will Smith desde 1997.
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A pesar de que más tarde terminó aceptando el papel, ahora Jada se arrepiente de muchas decisiones que tomó en su juventud, y se define en aquella época como una "puñetera idiota".
"Ahora miro atrás a cosas como esas de mi juventud y pienso: '¡Qué puñetera idiota eras!'. Pero ahora me doy cuenta de que en realidad estaba muy asustada... Me daba miedo el éxito. Mira, puedo lidiar con el fracaso. Créeme. Caerse de culo y levantarse, soy buena en eso. Es lo otro", concluyó.
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