Kevin no logró convencer a los entrenadores de oprimir el botón de su silla y darle la oportunidad de seguir en el programa. Sin embargo, el joven se llevó todos los elogios y prometió volver el próximo año para intentarlo de nuevo.
Le enseña a sus compañeros de colegio técnica vocal y trucos a la hora de cantar para contrarrestar las burlas que ha sufrido por su forma de ser. La música ha sido la salida del bullying. La actuación y el baile han sido sus pasiones a lo largo de su vida, pero ahora la música se ha convertido en su prioridad. Kevin quiere mostrar su talento ante toda Colombia.